Fraternidad Rosacruz Cristiana


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Max Heindel

Max Heindel, Iniciado Rosacruz y fundador de la Fraternidad Rosacruz, nació el 23 de julio de 1865. Su pafre fue Frankz L. Von Grasshoff, de una familia noble conectada con la corte alemana durante el tiempo del Principe Bismarck. Después de emigrar a Copenhague, Dinamarca, conoció a una mujer danesa con la cual se casó y de cuyo matrimonio nacieron tres hijos. El mayor de éstos fue Karl Ludwig Von Grasshoff quien más tarde adoptó el seudónimo de Max Heindel.A la edad de dieciséis años Max Heindel entró en los astilleros de Glasgow, Escocia, donde aprendió ingeniería. Como ingeniero en Jefe de un vapor comercial hizo varios viajes a muchas tierras, obteniendo así un amplio conocimiento del mundo y de la gente.Entre los años 1895 y 1901 fue ingeniero de consulta en la ciudad de Nueva York. Durante este tiempo se casó, pero el matrimonio terminó por la muerte de su esposa en 1905. Un hijo y dos hijas nacieron de esta unión. Después de mudarse a Los Angeles, California, en 1903, Max Heindel se interesó en el estudio de la metafísica, adhiriéndose a la rama local de la Sociedad Teosófica y sirviendo como su vicepresidente de 1904 a 1905. Durante el tiempo que pasó allí comenzó a crecer dentro de él un intenso deseo de comprender la causa de los dolores y sufrimientos de la humanidad y de ayudar a aliviarlos. Inició el estudio de la astrología y encontró para su deleite que le daba la clave por medio de la cual podría abrir los misterios de la naturaleza interna del hombre.Hasta su muerte el 6 de enero de 1919, estuvo activo haciendo el trabajo precursor de fundar la Fraternidad, incluyendo la adquisición de terrenos para el establecimiento de la Sede Internacional en Oceanside, California, la construcción de los necesarios edificios, publicación de libros, etc.Tomado de “El Nacimiento de la Fraternidad Rosacruz, La Historia de su comienzo por Mrs. Max Heinde Memorias de Max Heindel Augusta Foss de Heindel
PARTE I
Max Heindel - La Orden Rosacruz y la Fraternidad Rosacruz
Varios amigos me han solicitado durante varios años que escriba mis memorias de Max Heindel y que cuente detalles relacionados con él y con el comienzo y formación de la Fraternidad Rosacruz. Por fin ha sido posible. Hasta ahora, la presión del tiempo, el rápido crecimiento del movimiento y la gran cantidad de trabajo por hacer, habían hecho esto imposible Pero en este momento, el tiempo comienza a permitirnos ciertos desahogos en relación a la pesada carga. Los alrededores de mi nueva morada en la cual me he establecido es tan agradable, y las vibraciones son tan armoniosas y puras, que los pensamientos fluyen libremente y ahora es posible expresarlos en forma escrita.
En este escrito retrocederé al puro comienzo de mis relaciones con Max Heindel. Aunque esto evoca mi persona en la escena de los hechos, no es posible prescindir de esto, porque los dos egos conocidos como Max Heindel y Augusta Foss Heindel están tan unidos el uno al otro que en vistas de hacer justicia a las actividades de uno, queriendo dejar al otro fuera, sería algo imposible.
Fue en el otoño de 1901 mientras me desempeñaba como acomodadora en una conferencia de C.W. Leadbeater, el último líder teosófico, en el Blanchard Hall, en Los Angeles, California, la escritora le asignó un asiento a un hombre de rostro muy agradable; a la siguiente tarde, mientras ella le ayudaba al bibliotecario a ubicar la gente en los salones teosóficos, este mismo hombre de apariencia agradable llegó al salón y solicitó en préstamo un libro escrito por el conferencista del día anterior. Luego de una breve conversación, resultó que el era vecino de la escritora y por supuesto que fue invitado a visitarles a ella y a su anciana madre. La primera visita fue seguida de otras, lo que terminó en una hermosa amistad y estudios compartidos. Max Heindel y Mamá se hicieron rápidamente amigos y el dedicaba muchas horas a conversar con ella sobre los filósofos antiguos, porque Mamá era una gran lectora.
Max Heindel se hizo miembro de la Logia Teosófica de los Angeles, y fue uno de los más fervientes admiradores de Madame Blavatsky y de su Doctrina Secreta, aunque no se hallaba del todo satisfecho con las Enseñanzas Orientales y siempre andaba en busca de una Filosofía Cristiana.
En poco tiempo fue elegido vicepresidente de la Logia. Durante los tres años en que participó como vicepresidente de la Logia, un grupo de miembros se interesó en el estudio de la astrología. Max Heindel fue uno de ellos, y la escritora (que llevaba estudiando el tema algunos años) les orientó en su estudio de las estrellas, porque anteriormente los miembros de la Logia tenían animadversión por la astrología y la señorita Foss era la única interesada. Al poco tiempo Max Heindel se volvió muy adelantado; pues su mente aprendió rápidamente la parte matemática de ésta ciencia.
En el verano de 1.905 se enfermó gravemente, y durante un número de meses estuvo a las puertas de la muerte debido a una fuga en el corazón. Luego de ésta enfermedad se retiró de la Logia Teosófica; y en abril de 1.906, salió para el norte del Estado. Llegó a San Francisco la mañana del 17 de abril pero no contento consigo mismo, algo le urgió a partir inmediatamente hacia Seattle.
El 18 de Abril de 1.906, San Francisco fue devastado por un terremoto y por los incendios. Al llegar a Seattle comenzó a enseñar clases de astrología, del renacimiento, etc., pero su salud volvió a quebrantarse. Su pobre corazón no funcionaba bien y de nuevo le llevó al hospital durante un tiempo, pero su voluntad indomable siempre le salvaba de convertirse en un inválido crónico.
Contrariando la voluntad de su médico nuevamente comenzó a dar clases. Enseñó en Portland, Oregon; Seattle y Yakima, Washington; y Duluth, Minesota y en todos estos lugares tuvo éxito.
Durante esta temporada una amiga que viajaba a Alemania había conocido al Dr. Rudolph Steiner y se había enamorado de las enseñanzas de este Doctor. En sus cartas a Max Heindel le pedía insistentemente que viniera a Alemania a escuchar a este hombre, pero Max Heindel se hallaba feliz trabajando al norte y además no tenía los medios para emprender tal viaje. Esta amiga sin embargo insistía tanto que regresó a América a persuadirle en persona de venir a Alemania a entrevistarse con este instructor.
Le ofreció incluso pagar los tiquetes de ida y vuelta y por fin Max Heindel accedió y partió rumbo a Alemania. Este viaje fue iniciado en el otoño de 1907. Luego de asistir a algunas de las conferencias del Dr. Steiner quedó desilusionado e inquieto porque lo que aquel enseñaba Max Heindel ya lo conocía; las enseñanzas eran parecidas a su propio conocimiento. Cuando le mencionó esto a su amiga, ella se resintió grandemente y esto motivo la ruptura de la amistad entre los dos.
Regresó así a su cuarto deprimido y desanimado, pensando en que había desaprovechado un terreno fértil en América por venirse a Europa y no encontrar lo que esperaba, Así que pronto hizo los preparativos para regresar a América.
Al tiempo de ocurrir estos eventos, un Maestro, un Hermano Mayor de la Orden Rosacruz, uno de los Hierofantes de los Misterios, visitó a Max Heindel y le ofreció las enseñanzas que andaba buscando a condición de que las mantuviera en secreto. Durante años, Max Heindel había buscado y orado por años que pudiese encontrar algo con lo que pudiera apaciguar las almas hambrientas en el mundo. Habiendo sufrido y conocido de los propios dolores de su corazón, no podía comprometerse con el Hermano Mayor, y rehusó aceptar nada que no pudiese transmitir a sus hermanos hambrientos del alma. El Maestro entonces le dejó.
Pueden imaginarse el sentimiento que puede sobrevenirle a un hombre que se muere de hambre, privado de alimentos por algún tiempo y luego de ofrecerle un pedazo de pan, antes de poder probarlo, se le quitara? Su última condición sería más desgraciada que la primera. Así estaba Max Heindel. Su desilusión era profunda, por haber recorrido una distancia tan grande para reunirse con alguien que le había dado a entender su amiga, que tenía mucho conocimiento oculto que darle, y encontrar que ella se hallaba equivocada.
Permaneció sentado por varias horas estupefacto luego de que el Maestro le abandonara. Su desencanto de tener que regresar a América a continuar las cosas donde las había dejado, y la sensación de haber perdido tiempo y dinero, le embargó durante varios días. Más tarde, el Maestro apareció por segunda vez en su cuarto y le dijo que él, Max Heindel, había pasado la prueba. Si hubiera aceptado su oferta de mantener las enseñanzas en secreto, el Hermano Mayor no habría vuelto. También le dijo que el candidato que habían escogido primero y que había estado bajo su instrucción por varios años - y quien ellos usaron como atracción para hacerle ir a Max Heindel a Berlín, usando su amiga, como medio para inducirle a ir, había fallado la prueba en 1905; también, que Max Heindel se hallaba en observación durante varios años como el candidato más apropiado en caso de que el primero fallara. Además, se le dijo que las enseñanzas debían darse al público antes del cierre de la primera década, lo cual ocurriría a finales de diciembre de 1910.
En esta última entrevista con el Maestro él recibió instrucciones de cómo llegar al Templo de la RosaCruz. En este Templo, Max Heindel permaneció un poco más de un mes en directa comunicación y recibiendo instrucciones personales de los Hermanos Mayores, quienes le impartieron a el la mayor parte de las enseñanzas contenidas en el
Concepto Rosacruz del Cosmos.
Su sueño había sido vincularse al trabajo de una orden humanitaria, más no en calidad de líder. Aunque si creemos en el lenguaje planetario y observamos el horóscopo de Max Heindel (abajo) observamos el grado 6 de Leo en el ascendente con el Sol, la Luna, Mercurio y la Parte de la Fortuna, todos en la primera casa, signos de un líder, alguien que no puede ser un seguidor, porque su mentalidad y su personalidad lo harían patente.
Max Heindel por naturaleza no era dominante; ni alguien que se colocaba a la delantera de los demás, sino que siempre se distinguió por ser alguien que sabía y en quien se podía confiar. Naturalmente, una persona así, siempre es llevada a posiciones de responsabilidad y de autoridad. El Sol y la Luna en conjunción en el Ascendente forzaban al nativo a ir adelante. Tenía también Max Heindel un bien aspectado Venus en la casa de los amigos. Esto le permitía atraer amigos fieles y leales quienes le ayudaban en su ascenso. Venus indica especialmente mujeres amigas; podemos apreciar esto en el caso de la amiga que le invitó a ir a Alemania, para encontrar inesperadamente a los Hermanos de la Orden Rosa Cruz.
El principal obstáculo de Max Heindel era un cuerpo magullado y herido. A los 8 años de edad sufrió un accidente en su pierna izquierda, a raíz de un juego con varios compañeros camino a la escuela. La ciudad de Copenague (Dinamarca) cuenta con varios riachuelos, o más bien, canalizaciones con orillas a cada lado, usadas para irrigar diferentes partes de la ciudad.
Los muchachos saltaban sobre estas zanjas, las que en algunos lugares eran realmente anchas y el joven Max tenía que escalarla; el resultado fue que cayó y se y apoyó primero en el talón dándose un tremendo golpe y produciéndole mucho dolor.
Aunque más tarde fue a la escuela permaneció sentado el resto del día con un horrible dolor en el pie; toda la noche resistió el sufrimiento sin querer contarlo a su madre, porque el día anterior los niños habían estado jugando y evadiendo ciertas responsabilidades de estudio. Al día siguiente en la escuela se desmayó y fue necesario cortar un zapato para librar su pie hinchado. Luego vinieron 16 meses en un hospital en Copenague.
Se le practicaron tres agujeros a través del hueso bajo la rodilla removiendo además vasos sanguíneos, haciéndole imposible la normal circulación. Por tanto, al llegar a a edad madura, después de vivir una vida de gran actividad y de trabajo duro, el corazón no pudo soportar la presión lo cual le produjo una fuga en una válvula. Por supuesto que sufrió intensamente, y cada cierto número de meses su cuerpo se rebelaba y le obligaba a permanecer en cama. Por lo tanto, gran parte de su tiempo luego de las extenuantes giras y clases en la Fraternidad, se la pasaba en cama en medio de almohadas con los papeles sobre una pedazo de cartón, con su pluma escribía las lecciones mensuales y cartas que eran esperadas anhelantemente por muchos estudiantes y probacionistas de todo el mundo.Al llegar al Templo de la Hermandad RosaCruz, tal como le fue indicado, se quedó extrañamente sorprendido, porque él se había imaginado una espléndida estructura y lo que encontró fue otra cosa.
Fue conducido hacia lo que parecía ser una casa modesta pero espaciosa de un caballero, una edificación que nadie tomaría por la sede central de tan antiguo y poderoso grupo de místicos. Cientos de hombres y mujeres curiosos habían en vano intentado encontrar este edificio, pero, ellos, al igual que Max Heindel, se habían imaginado un grande y noble Templo. Y así lo halló en realidad Max Heindel cuando sus ojos se abrieron para percibir el Templo espiritual que interpenetraba y envolvía la estructura física.
Allí, como se dijo, ellos le impartieron las enseñanzas de ese maravilloso libro,
El Concepto Rosacruz del Cosmos, el cual iba a ser el texto de la asociación que los Hermanos le dijeron a Max Heindel que formara - La Fraternidad Rosacruz. También le dijeron que las 350 o más paginas del manuscrito serían ampliadas y re-escritas al llegar a la atmósfera eléctrica de América. Max Heindel no creía que fuera así porque se hallaba tan extasiado con lo que había recibido de los Hermanos que no se podía imaginar volviendo a escribirlo, pero así fue. Llegó a Nueva York, con muy poco dinero pero con la moral muy en alto, y alquiló un pequeño cuarto en el último piso de un edificio de residencias. Allí se sentaba durante los ardientes veranos desde temprano en la mañana hasta tarde la noche, sin sacar el tiempo adecuado para nutrirse y conservar la salud.
Compró una caja de fragmentos de galletas de trigo y le pidió al lechero que todos los días le dejara una botella de leche en la puerta; Esta era su única ración hasta que tarde en la noche salía a dar una caminada y a comerse su única comida completa.
Luego de varias semanas de intenso calor salió de Nueva York hacia Búfalo, donde intentó dar conferencias para sostener sus gastos, porque el dinero se estaba escaseando. En esta ciudad no tuvo buen recibimiento así que salió para Columbus, Ohio donde fue muy bien acogido y pudo despertar el interés y atrajo la ayuda necesaria para continuar con su libro.
Dio su primera conferencia en esa ciudad la noche del 14 de noviembre de 1908. Una artista, la señorita Mary Rath Merrill y su hija, generosamente le ofrecieron elaborar los diagramas necesarios para explicar algunos temas.
Fue en Columbus, Ohio que Max Heindel compró un mimeógrafo de segunda y comenzó a reproducir las veinte
Conferencias de Cristianismo Rosacruz. Pasaba horas trabajando hasta muy tarde en la noche haciendo copias de cada conferencia las que entregaba al final de la misma a cada asistente. También él formó aquí el primer Grupo de la Fraternidad el cual continuó impartiendo las enseñanzas después de que el partiera para Seattle. Su única aspiración era imprimir el libro, El Concepto Rosacruz del Cosmos, pero las contribuciones que recibía por las conferencias era tan escasa que apenas le ayudaba a proveerle un mínimo sustento y la renta de un cuarto barato. Finalmente ahorró lo suficiente para un boleto en tren de día , pues no le alcanzó para un camarote.
El tenía una muy querida amiga en Portland, la Srta. Mildred Kyle, a quien el le había enviado el libro que estaba escribiendo. Ella se alegró tanto con este trabajo que comenzó a usarlo en sus clases.
Ella también consiguió dos experimentados correctores que le ayudaron a chequear el libro completamente Fue ella quien le animó a regresar a la Costa Oeste.
También le prometió a Max Heindel que cuando terminara todo el manuscrito ella interesaría a diez amigas quienes donarían cada una cien dólares para contribuir con la impresión de este valioso trabajo.
Otro amigo de Max Heindel era William Patterson de Seattle. Al leer el manuscrito la primera impresión fue que se traba de un texto demasiado avanzado para la época. Le aconsejó a Max Heindel que esperara 20 años hasta que el mundo estuviera más listo, pero cuando supo del plan de las personas de Portland, en el acto se ofreció a pagar la impresión del libro y llevar a Max Heindel a Chicago. Así se hizo y allí estos dos hombres permanecieron un tiempo mientras M.A. Donohue & Co. imprimió las primeras dos mil copias de la primera edición.
Antes de que las copias del libro se entregaran a los impresores, no obstante, fue necesario retipeara todo el manuscrito nuevamente, pues quienes le ayudaron a preparar el manuscrito habían usado lápices de cuatro colores diferentes. Mucho trabajo valioso fue realizado por Jessie Brewster y por el Comandante Kingsmill enla edición. Max Heindel reescribió nuevamente el manuscrito de 536 páginas de este maravilloso libro.
Más tarde se le añadió el índice y otros materiales. La Lista de Palabras y el Índice de Temas de Estudio fue escrito por él para ayudarle a los lectores en el estudio sistemático de cada tema. Tanto la primera copia como la segunda del manuscrito entero fueron realizado por Max Heindel en una pequeña y anticuada máquina de escribir Blickensderfer.
Con el propósito de tener una estación central de distribución, una vez se imprimieron las primeras dos mil copias del
Concepto Rosacruz del Cosmos en noviembre de 1909, fueron almacenadas donde una mujer que tenía una editorial Teosófica en Chicago; ella ofreció despachar las ordenes que se recibieran.
Tanto la primera como la segunda edición del libro se vendieron por el valor mínimo de un dólar. Las casas editoriales de libros orientales se habían interesado bastante y pronto empezaron a llegar pedidos. Max Heindel, con su noble y gran corazón nunca desconfió de esta mujer; para el todas las personas eran honestas hasta que se demostrará lo contrario. Max Heindel cayó infelizmente en cuenta, cuando seis meses más tarde, se percató que la primera edición se había agotado, a pesar de que él había recibido tan sólo quinientas copias, según le habían dicho.
Desafortunadamente, se supo que la mujer a quien se habían entregado los quinientos libros para almacenarlos, tenía muchas deudas con los con todos los editores que le habían confiado sus libros. Cuando fue presionada a pagar esas numerosas cuentas ella ofreció como pago de cada deuda una correspondiente cantidad de libros del
Concepto Rosacruz del Cosmos, y por eso se acabó tan rápido la primera edición. Por eso cuando Max Heindel quiso pedir libros para abastecer la parte noroccidental de América desde Chicago, ella no pudo satisfacer los pedidos.
Fue necesario solicitar otra impresión de prisa y financiarla se convirtió en un verdadero problema. . La que escribe, pudo aportar una pequeña suma con el fin de posibilitar los primeros pagos de esta segunda edición. Esta pérdida, que al principio parecía una calamidad, se convirtió en una bendición porque los editores que recibieron el libro en pago de una deuda se interesaron en venderlo. Así el libro llegó al público de una manera tan rápida que no se hubiera podido igualar a través de las conferencias de Max Heindel y del pequeño número de miembros que se tenían; así que un mal viento se convirtió en una bendición.
Luego de que Max Heindel terminara su trabajo con el editor de Chicago, dictó una serie de conferencias en Seattle y North Yakima, Washington y en Portland, Oregon, donde halló un fértil terreno y atrajo muchos miembros. Entonces volvió a escribir la primera edición de
Astrología Científica Simplificada (1910) que entonces era un folleto de 40 páginas. Pero su corazón anhelaba volver al sur de California donde había establecido contacto por primera vez con el ocultismo.
En Los Angeles había hecho muy buenos amigos durante los tres años que había trabajado en la Teosofía, y su más cercana amiga y compañera de estudios era para el la más estimada. Regresó a Los Angeles a principios de noviembre de 1909, y sus pasos le llevaron directamente a la casa de su amiga, Augusta Foss, y de su querida y anciana madre a quien quería como su propia madre. Se había alejado de ellas por dos años, sin escribirse siquiera, para contarles de los maravillosos contactos que había hecho ni del trabajo literario realizado.
Augusta Foss durante esos dos años había pasado por varias duras pruebas; una, una severa enfermedad de doble neumonía, le había colocado ante las fauces de lamuerte y dejándole con los pulmones muy débiles.
Había cortado su relación con la Sociedad Teosófica al serle imposible salir de noche al aire libre. Sin embargo, cuando su amigo Max Heindel le expresó su interés de dictar conferencias en Los Angeles, desafió los deseos de su madre y le ofreció ayuda a Max Heindel con las conferencias.
Comienza entonces un período muy ocupado dedicado a escribir y dar conferencias. Max Heindel daba conferencias en casa atestadas con 800 o más personas, tres noches por semana y las otras noches dedicado a enseñar filosofía y astrología. Su primera clase de astrología en Los Angeles contó con 125 estudiantes.
Un grupo muy entusiasta de amigos formó el Centro de la Fraternidad y se prepararon instructores con el fin de continuar el trabajo cuando Max Heindel partiera, porque el le había prometido a sus amigos de Seattle y de Portland que regresaría tan pronto terminara su trabajo en Los Angeles.
Con el fin de ahorrarse el elevado costo de la publicidad y a la vez hacer el mayor número posible de anuncios, Max Heindel mandó a hacer cientos de avisos de cartón de 20 x 25 cms. imprimiendo en ellos los días y temas de las conferencias. Luego salía con los avisos, un martillo y una caja de clavos y caminaba varios kilómetros a la redonda colocando estos avisos en lugares donde atraían la atención del público. Esto parecía dar resultado, porque nunca dio una conferencia sin el salón lleno. Especialmente después de su primera charla, los amigos traían más amigos hasta que ya no cabían más en el salón por lo que empezó a expedir tiquetes, entregándolos a la entrada a cada uno y garantizándoles así asiento para la siguiente conferencia.
No puedo resistir el compartir con mis lectores que observé un cambio maravilloso en este hombre luego de haberse puesto en contacto con los Hermanos Mayores de la Rosa Cruz, en los dos años que se ausentó de Los Angeles.
Yo había estudiado Astrología durante unos cuatro años cuando convencí a Max Heindel que creyera en esta antigua ciencia; y un día cuando pasábamos la tarde en mi casa, el preguntó si su horóscopo señalaba que podía ser un conferencista. En esa época el hablaba con un pronunciado acento Danés y yo creí que esto sería una desventaja grande, así que le contesté que podría ser un gran escritor y que tal vez dar conferencias no era su fuerte. Ahora, al observar el cambio en el operado y verle dar conferencias y viajando, y dando las más inspiradas charlas, fue una gran sorpresa para mi. Lo más interesante era que podía contestar fácilmente aun las preguntas más abstrusas y de naturaleza técnica. La escritora le preguntó una tarde, después de una conferencia en la que había dado respuesta a unas preguntas muy difíciles, que donde había obtenido este conocimiento que mostraba en sus charlas? El sonrió y dijo: "Bien, Solo respondo lo que mi Ser Superior me dicta".
Hay un viejo dicho que dice: "el hombre propone y Dios dispone"; y este era el caso exacto del futuro de Max Heindel cuando el miércoles en la tarde, junio 1 de 1910 dictó su última clase de Astrología en Los Angeles. Había encomendado su clase de Filosofía del día siguiente a la Sra. Clara Giddings, pequeña y querida amiga que había trabajado con él en época pasadas en Los Angeles. Esa tarde del miércoles el había anunciado que Augusta Foss se haría cargo de la clase de Astrología; explicó que ella había sido su propia instructora, y esto por supuesto, ayudaría a mantener el curso unido.
Pero aquí es donde el destino intervino reteniendo a Max Heindel hasta que ocurriera cierto evento, el cual cambiaría todo el plan; la mañana del día siguiente, junio 2, tuvo que ser llevado al hospital debido a una seria deficiencia cardíaca; tan grave que los doctores diagnosticaron que no había esperanza. Tres doctores permanecieron a su lado en el Hospital Ángelus en Los Angeles, pensando que estaba inconsciente, y discutieron el caso y todos expresaron que no sobreviría a la noche siguiente. Max Heindel no estaba inconsciente; escuchaba cada palabra de los doctores y les oía pronunciar su dictamen. Comprendiendo que a él se le había confiado por parte de los Hermanos Mayores el llevar su hermoso mensaje al mundo, y sintiendo esta responsabilidad, el entonces allí declaró que no moriría y que ridiculizaría los médicos.
El día siguiente fue un día precioso, soleado, un día ideal Californiano. A las dos de la mañana el llamó a su amiga Su amiga Augusta Foss y le pidió que le llevara en una silla de ruedas al parque el cual se encontraba cuatro pisos más abajo. Ellos se sentaron a la sombra de unos hermosos árboles de magnolias ante los transeúntes quienes se paraban y miraban fijamente como si vieran un espanto. Ver a su anterior paciente sonriendo y aparentemente sano era algo verdaderamente sorprendente.
Luego de tres días, Max Heindel telefoneó a la que escribe para solicitarle si podía rentar un cuarto en la vecindad donde ella vivía con su madre; lo cual ella hizo. A la mañana siguiente, solo cuatro días después de hallarse a las puertas de la muerte según los doctores, estaba tan bien como antes. Subía volando a las escalas de su cuarto y caminaba la medía cuadra que había hasta la casa de las Foss para almorzar con sus amigas.
El las sorprendió al anunciarles que iba a escribir otro libro; que había reunido muchas preguntas y respuestas en forma de libro, que podían explicar muchos problemas de la vida.
Su intención fue contratar una taquígrafa y dictarle el libro en los salones de la Fraternidad Rosacruz en Los Angeles, pero cuando arribó a la misma, la gente estaba tan feliz por su regreso que no tenía ningún tipo de privacidad. El resultado fue que este libro fue dictado en la casa de la Srta. Foss. Como el cuarto donde trabajaba daba a la calle, con su fuerte voz a menudo atraía gente que pasaba por el andén. Los transeúntes se sorprendían de ver un hombre hablando y caminando por el piso con un papel en la mano, que contenía la pregunta que alguien había formulado anteriormente en una de sus conferencias. El contestaba estas preguntassin preparación previa y sin titubear.
La anciana madre de la escritora, quien era una de sus más ardientes auditoras, dijo que en muchos años no había visto un hombre de una mentalidad así. Este libro,
Filosofía Rosacruz en Preguntas y Respuestas, publicado en 1910, es una verdadera mina de información; revela la Biblia como ningún otro libro lo puede hacer. Max Heindel trabajó en este libro varias semanas; luego vino un llamado urgente del norte así que tuvo que conseguir un tiquete a todo vapor para Seattle. Podía conseguir un tiquete pero las literas se habían agotado, así que tuvo que esperar hasta que se presentara una vacante. Había una misión inconclusa, que retardaba su partida. El destino le tenía en sus manos y un poderoso aspecto de Venus progresado en conjunción con la Luna radical en el Ascendente tenía que ser considerado; y fue así que nació la idea del matrimonio entre estos dos amigos y estudiantes, que habían compartido su conocimiento e intereses espirituales por más de nueve años, formando un vínculo espiritual permanente.
Yo temía dejar a mi madre de 84 años, a quien ya había sufrido un infarto, por lo que la boda se realizó secretamente el 10 de agosto de 1910 en Santa Clara, California, confiando que así ella no sufriría la pérdida de su hija que la había acompañado y cuidado por muchos años. Max Heindel salió para Seattle,Washington, al día siguiente de la ceremonia, y la Sra. Heindel permaneció en Los Angeles para cumplir su misión con su anciana madre.
La escritora, luego de decirle adiós a su esposo en el vapor, abordó un carro de regreso a Los Angeles. Entre tanto ella empezaba a comprender en que se había metido; era la esposa de una figura pública cuyo trabajo era también su trabajo, así que se detuvo en una agencia de tipografía y solicitó que le enviaran a casa una máquina de escribir, una máquina de escribir alquilada Underwood. Al día siguiente ella se sentó a aprender a escribir a máquina, y que momentos aquellos los que paso!!!. Sin haber tomado ni una sola lección se sentó a escribirle a su amado su primera carta. más algo andaba mal; Ella estaba convencida de que le habían mandado la máquina equivocada porque no podía encontrar ninguna mayúscula, a pesar de examinar cuidadosamente el teclado. Así que escribió la carta, pues no iba a dejar que esta máquina interfiriera con esta carta especial - La primera dirigida a su flamante esposo, a quien ella le contó del problema de la máquina sin las letras mayúscula. Qué gracioso. Su respuesta le llegó al día siguiente por entrega inmediata, porque su carta le llegó cuando salió del vapor. Aunque le causó mucha risa, él le explicó cómo encontrar aquellas terribles LETRAS MAYUSCULAS.
Estos esfuerzos por escribir a máquina resultaron ser un regalo de Dios, porque cuando Max Heindel regresó del Norte muy enfermo, su ayudante podía hacerse cargo de la correspondencia y el trabajo podía continuar a pesar de su enfermedad.
Max Heindel no había consultado al Maestro sobre el matrimonio, pero el Maestro vino a él sonriendo al buque de vapor en el cual se dirigía hacia el norte, y le dijo que Augusta Foss había estado bajo su observación y su guía, aunque sin ella saberlo, durante varios años y que el matrimonio iba a ser muy fructífero espiritualmente, y una salvaguarda a su salud en relación con la protección que ésta alma podía ofrecerle.
La Señora Augusta Foss Heindel fue desde ese momento la representante para el sur de la Fraternidad Rosacruz. Las intenciones de Max Heindel era de viajar a la parte norte del país y de ahí trabajar hacia el este desde la ruta norte, pero aquí de nuevo el destino fue el amo.
Despees de dar conferencias en Seattle y North Yakima, Washington y Portland, Oregon por cerca de seis semanas, su pobre corazón nuevamente rehusó trabajar, y se vio obligado a renunciar a la gira de conferencias y tuvo que descansar. Ahora tenía a alguien a cuya casa llegar, y Augusta Heindel preparó una de sus pequeños bungalos de playa en Ocean Park, para el regreso al hogar de su marido enfermo. Ella puso a su madre al cuidado de una hermana, ya que la madre estaba grandemente interesada en el bienestar de éste maravilloso yerno, a quien había aprendido a amar como a un hijo.
La pequeña casa de tres habitaciones fue remodelada y preparada para la llegada del Señor Heindel. Cuando el llegó al umbral de su nuevo hogar, estaba tan enfermo que se desmayó, cayendo enfermo al borde de la muerte. Durante los siguientes tres meses la señora Heindel estuvo pendiente de él día y noche. El había pagado el precio que debe pagar todo aquel que tiene una vida pública. El
Público, a través de su admiración por alguien verdaderamente grande, a menudo exige demasiado de tal individuo y casi siempre termina matándolo.En adelante el público, sólo pudo hallarlo por medio de la oficina de correos, y estas dos almas quedaron entonces realmente libres para disfrutar de su compañía. Esta fue una extraña pero dulce luna de miel, porque sus intereses estaban dedicados a una importante obra.
Ni con la enfermedad de Max Heindel ellos permitieron que el trabajo se detuviera porque mientras estuvo en Seattle hacia adquirido una pequeña prensa la cual permitía reproducir una carta tipografiada. Era una máquina de imprenta que se manejaba empujando el rodillo sobre el tipo, que era compuesto y encerrado como requiere cualquier máquina de imprenta. Cuando la prensa fue recibida fue armada por el hombre que la despachó de la compañía de carga. A continuación Augusta recibió instrucción de como manejarla permaneciendo al lado de la cama de su esposo enfermo. Siendo por naturaleza inclinada a la mecánica ella fue una discípula lista, pero su inmediato problema era como componer el tipo, que debía ser puesto al revés de modo que la impresión sobre el papel fuese legible. Pues bien, Augusta tenía que componer los tipos sobre una silla, al lado de la cama y tomar sus primeras lecciones de escritura en máquina. Luego tenía que aprender como ajustar los tipos, llevarlos a la pequeña cocina y colocarlos en la prensa; tenia que ajustar la cinta; pues ésta prensa era tan anticuada que requería uso de cintas.
Ahora estábamos listos: Y que lio! Al primer intento de deslizar el rodillo sobre el chasis ajustado, al no estar los tipos suficientemente ajustados, la primera presión en la parte superior de la máquina sacaba los tipos de su lugar. Los estudiantes que recibieron estas primeras lecciones enviadas en noviembre de l.910, pudieron notar que la impresión en un lado de la página, era más oscura que la del otro lado; la escritora todavía tiene algunas de ellas y le recuerdan este primer importante intento de intentar enviar estas bellas enseñanzas.
Antes de que Max Heindel dejase Seattle para dirigirse al sur, el secretario del centro de Seattle, A. E. Partridge envió avisos a los amigos de Columbus, Ohio; Seattle y Yakima, Washington; Duluth, Minnesota; Portland Oregon; y los Angeles, California y todos los demás en la lista de correspondencia de Max Heindel, anunciando que Max Heindel comenzaría un curso por correspondencia y establecería oficinas centrales permanentes en Ocean Park, California, en el apartado de correo 866.
Carta a los Miembros 20-A Noviembre de 1910Apreciado Amigo:Estamos próximos a comenzar una importante extensión de las actividades de la Fraternidad Rosacruz. Será un esfuerzo para cumplir con un largo y sentido deseo de muchos de nuestros estudiantes, especialmente por parte de aquellos que están aislados y no están conectados con ninguno de nuestros Centros de Estudio.
Hemos publicado una completa e importante literatura durante el último año, la cual ha sido acogida con avidez tal que estamos preparando una tercera edición del
Concepto Rosacruz del Cosmos.
No obstante, o quizá debido a la forma en que nuestra literatura atrae el público, ha habido un intenso deseo de parte de muchos estudiantes para ponerse en más estrecho contacto con el SeñorHeindel. Las súplicas que se le han hecho, han encontrado respuestas en su corazón, y se ha formulado un plan para satisfacer la demanda. El Señor Heindel suspenderá en gran parte susConferencias y dedicará la mayor parte de su tiempo a la correspondencia con aquellos que están estudiando las enseñanzas Rosacruces y tratando de vivir la vida.
Con el fin de que él pueda dirigir sus esfuerzos más efectivamente, las cartas probablemente se clasificarán "Estudiantes ", "Probacionistas" y "Discípulos". El interés que usted ha manifestado previamente nos ha llevado a creer que usted puede estar ansioso de aprovechar esta oportunidad de tener su nombre inscrito en la lista de correspondencia del Señor Heindel. Si estamos en lo correcto y usted está verdaderamente interesado, por favor llene el formato adjunto y envíelo por correo Al Secretario General, Apartado 1802, Seattle, Washington. Luego usted recibirá la primera carta y otras que seguirán de tiempo en tiempo. Algunas veces se enviarán varias cartas en el mismo mes y otras veces podrá haber más de un mes de intermedio entre ellas."La Fraternidad Rosacruz"
La respuesta fue buena de parte de estudiantes y probacionistas: Estaban listos para las lecciones. Pero haga el lector una pausa por un momento y trate de comprender lo que esto significaba para una mujer sola con un hombre enfermo en sus manos; tener que cocinar, hacer la cama, barrer, arreglar los tipos, imprimir el material, ponerle dirección a todos los sobres y contestar las respuestas de los estudiantes (quienes acudían a Max Heindel en busca de ayuda a sus problemas); y finalmente llevar y traer el correo de la oficina de correos, que quedaba a 6 cuadras de distancia. Pues bien, la escritora se retiraba por la noche con dolor en la cabeza, en los brazos y en los pies pasándose la noche dando vueltas en la cama y prestándole atención a éste sufrido pero persistente hombre. El tenía mucho que dar a pesar de estar incapacitado físicamente, nunca emitió una palabra de queja; su única preocupación era que la mujer que amaba tuviera que soportar tantas cargas.
De esta manera la Sede Central tuvo su existencia, en Noviembre de l.910; una Sede Central destinada a alimentar las almas hambrientas de todas las latitudes, de todos los climas y de todos los idiomas. Poco comprendían estas dos almas llenas de pesadas cargas lo que sería el resultado de su trabajo de amor y devoción en su afán de darle nacimiento al maravilloso niño, la Fraternidad Rosacruz, a la que Max Heindel llamaba con frecuencia su hijo espiritual.
Un doctor que había venido a verle por esta época le dijo a la escritora que el no viviría hasta finales del año siguiente, pero ella no aceptó este descorazonador informe. Ella presentía que, con su cuidado amoroso, su amado no se iría sin antes terminar el trabajo que se le había encomendado. Ella tenía fe en los Hermanos Mayores, sintiendo que esta enfermedad era una lección para una gran alma que se preparaba para recibir otra, su tercera Iniciación; y con uno que tenía tan vital y ambiciosa naturaleza probablemente tenía que ser llevado a las puertas del más allá antes de que enseñanzas más elevadas le pudieran ser impartidas. En sus previas enfermedades, había recibido dos Iniciaciones y ella tenía fe que los Hermanos nuevamente restaurarían su salud una vez que su respuesta a las enseñanzas superiores se hubiera dado.
Durante los primeros tres meses sufría de su débil corazón, pero gradualmente llego un momento en el que se podía vestir y sentarse a escribir. Pero el no quedaba satisfecho a menos que hiciera algo constructivo, así que tan pronto recuperó fuerzas se puso a planear su quinto libro. Puso un aviso para un estenógrafo quien venía todos los días a tomar dictado y así fue dictado el contenido de
Los Misterios Rosacruces, un tratado elemental de la Filosofía Rosacruz.
Nuevamente, este era un trabajo para el cual no tenía que prepararse. Solamente caminaba y dictaba al taquígrafo (el libro fue publicado en 1911). Hasta ese entonces nadie en Ocean Park sabía quién era Max Heindel, aunque su dictado en voz alta era escuchado por la gente de la calle, y especialmente por los vecinos.
Aquí vivía un doctor, quien luego de leer el
Concepto Rosacruz del Cosmos se volvió más sociable. Sin embargo no era conveniente tener la visita de vecinos cuando había tanta presión por el trabajo. El dictado del libro no tardó mucho y Max Heindel era el hombre más feliz cuando podía ponerse a trabajar con el manuscrito o con las lecciones que llevaban la obra al mundo.
A los tres meses su salud mejoró y pudo nuevamente dedicarse a los negocios de su Padre. Anteriormente el Sr. y la Señora Heindel se hallaban libres de visitas, salvo un muy querido amigo de Max Heindel, William Paterson, de Seattle, Washington, quien asistiera financieramente la publicación del Concepto y de las 20
Instrucciones de Cristianismo Rosacruz, y que vino de visita con su esposa. El colaboraba como secretario de la obra y comenzó a urgir a Max Heindel la compra de un terreno para la futura Sede Central, por la que el quería contribuir financieramente. Luego de buscar por un tiempo, encontramos una parcela de 40 acres en una agencia. Se hallaba sobre una ladera en Westwood, un distrito de moda y vecino a lo que hoy es Hollywood. El Sr. Paterson retendría 30 acres para él y donaría 10 acres a la Fraternidad; el resto el lo vendería a los miembros para que construyeran sus viviendas.
De alguna manera esta no era la correcta ubicación, porque después de haber entregado los primeros cien dólares en depósito, fue necesario que firmaran tres herederos ausentes de esta propiedad. Mientras tanto trascendió el rumor de que una institución se iba a construir en la colina detrás de Westwood; naturalmente nuestro depósito por la tierra era el responsable. El resultado fue que prácticamente la firma duplicó el precio; esto llegó a oídos de los herederos de los estados del este quienes rehusaron firmar la escritura. Hollywood en esa época era solo un pequeño suburbio de Los Angeles y a menudo nos hemos preguntado si los hermanos no conocían lo que el futuro le deparaba a este pueblo que creció para convertirse en la capital mundial del cine.
La búsqueda de una Sede Central se reanudó y se decidió salir a las ciudades vecinas sin conocimiento de los ciudadanos y obtener la tierra de incógnito. Pocos años atrás, al pasar por la ciudad de Oceanside, la escritora había sido impresionada con los hermosos árboles y alrededores; y ahora ésta imagen retornó a ella y fue el medio para conducirlos a ésta ciudad.
La prueba del extraño destino que rodeaba la obra que estas dos almas debían realizar y la misma ciudad o terreno que aguardaba ésta obra estaban indicados en la manera en la cual fueron conducidos a su destino. Al comprar boletos de ida y vuelta para San Diego, nuestros dos transeúntes solicitaron una parada en San Juan de Capistrano, donde estaba situada una antigua misión y también solicitaron una parada en Oceanside, porque ellos esperaban buscar terrenos en éstas dos ciudades. El ferrocarril no permitió la parada en San Juan de Capistrano pero sí la de Oceanside. Fue un domingo por la mañana en la que bajaron del tren en Oceanside, y no había nadie a la vista a no ser por el guarda del tren. Fueron saludados por un muchachito de cara pecosa llamado Tommy Draper de unos diezaños.
"Hola, que desean ustedes?" fue el sonriente saludo.
Max Heindel tenía una debilidad por los niños y él le contestó a éste pequeño pilluelo diciéndole que necesitaba comprar alguna tierra y que si él tenía alguna para vender.
"Bien," La sorprendente fue un dedo señalando a un hombre canoso que avanzaba a través de un lote vacante diciendo " Allá viene el hombre que puede venderles tierra.
El que venía era el señor Chaucey Hayes , el único agente inmobiliario en la pequeña aldea. Cuando se le dijo lo que deseábamos hizo señas a un hombre que estaba parado en la puerta de un establo de caballos a corta distancia de allí, y cuando el hombre se acercó el señor Hayes le dijo al señor Couts que nos llevara a la "tierra de reserva".
En poco tiempo éste hombre apareció con dos caballos vivaces uncidos a un carro abierto de dos asientos y en 20 minutos llegamos al borde de una colina. La vista sobre el valle de San Luis Rey era maravillosa.
Estábamos parados en un campo estéril de 40 acres. Ni una sola ramita se veía, solo las puntas de dos feos estanques se veían hacía el norte. Estos estanques le suministraban agua a Oceanside.
Estos estanques estaban situados dentro de los 40 acres en los cuales los Heindel y su agente estaban parados, pero a pesar de esto, y de la esterilidad de las tierras vecinas vimos un panorama sobrecogedor, con las montañas al Noreste y el Océano hacía el Sureste tal como Max Heindel había descrito las instrucciones que recibió del maestro y al momento observó, "OH, ESTE ES EL LUGAR!". Y éste campo estéril de frijoles que había estado en manos del Banco de Oceanside por 25 años, estaba esperando su destino, para convertirse en la Sede Central Mundial de la Fraternidad Rosacruz; un hermoso lugar al cual iría la gente a curar el cuerpo y el alma.
Después de que los viajeros decidieron comprar los 40 acres, decidieron pasar la noche en San Diego, aunque Max Heindel estaba tan entusiasmado con su hallazgoque él quería encontrar de una vez al banquero para darle un depósito sobre el terreno. La escritora bregaba a persuadirlo de que hiciera esta tarea al siguiente lunes por la mañana, pero el temía que alguien apareciera de repente y comprara ésta tierra que había estado en venta por parte del Banco de Oceanside durante 25 años sin encontrar un comprador.
En 1886 California había tenido un gran auge, hoy día recordado como el Boom del Papel. La razón es que mucha propiedad raíz se negociaba "sobre papeles", a raíz de lo cual el boom se acabó en unos dos años. Los compradores pagaban algo más de los depósitos. La tierra que habíamos decidido comprar era uno de tales terrenos sobre el cual las calles estaban trazadas pero no había ni una sola casa debido a la escasez de agua y el banco había adquirido estas tierras sobre contratosimpagos. Oceanside estaba muerto y no tenía posibilidad de vender jamás estas tierras, debido a la falta de agua; el distrito entero estaba estancado. La escritora se dio cuenta de lo acertada de la elección y comprendió que a nadie se le ocurriría comprar en este abandonado y árido terreno donde no había mercado para la venta cualquier cosa que produjera la tierra.
Tomamos el tren de la tarde a San Diego y la escritora convenció a Max Heindel a ir a una exposición de fotografía y pasar la tarde. Durante la exposición Max Heindel susurraba "me sorprende si venden esta tierra" o "Si solo hubiéramos colocado un depósito estaríamos seguros".El lunes en la mañana los viajeros tomaron el primer tren a Oceanside y pagaron sus primeros $100 dólares por la tierra como depósito hasta que se hubieran firmado los papeles. Esto se hizo porque William Patterson el amigo de Max Heindel le había prometido ayudar con la compra; la cual se consolidó el 3 de mayo de 1911 a las 3:30 P.M. cuando William Patterson pagó los primeros mil dólares y ordenó la firma de los papeles.
En septiembre de 1911, el Sr. Heindel y yo hicimos un tour por la costa oeste y el Sr. Heindel dictó conferencias en San Francisco y en Sacramento, California; en Portland, Oregon, Seattle y North Yakima, Washington.
Se hallaba feliz de anunciar desde el estrado que la Fraternidad había comprado un pedazo de tierra donde se construiría la Sede Central y que William Paterson quien amablemente había financiado la primera edición del
Concepto nuevamente había tomado la iniciativa pagando los primeros mil dólares por los cuarenta acres. El resto de la deuda de cuatro mil dólares se pagaría en cuotas anuales.
El dinero para los edificios no se hallaba a la vista. En principio se pensó que tomaría algunos años llevarlos a cabo teniendo en cuenta las magras contribuciones, pero una obra como la Fraternidad Rosacruz estaba destinada a no quedarse rezagado por cuenta de unos cuantos miles de dólares , y así el destino intervino e hizo posible que la construcción saliera adelante. Un mes después de nuestro regreso de este tour por el norte dando conferencias, se presentó una oportunidad inusual: el pequeño bungaló donde se tenía la Sede Central era de propiedad de la Sra. Heindel hacía muchos años, y que junto a otro pequeño que tenía detrás del lote constituían una muy lucrativa fuente de ingresos para ella.
Un día mientras Max Heindel estaba en Los Angeles a 29 Kilómetros de Ocean Park, la escritora tenía varias ofertas, pues dos mujeres y un hombre se habían antojado de la pequeña cabaña y querían comprarla. Al principio ella estaba renuente a la venta, sin saber donde guardar todos los manuscritos y libros que habían acumulado en once meses que llevaban ahí.
Tampoco quería aceptar la oferta sin que Max Heindel hubiera sido consultado. El precio ofrecido era tentador y tan por encima de su valor real que le pidió a los potenciales compradores que esperaran hasta que regresara su esposo. Una hora después el entró por la puerta y sus primeras palabras fueron, "Bien, has tenido una oportunidad de vender y cuál fue la oferta?"
Cuando el escuchó el tentador precio dijo inmediatamente, "querida ésta es la oportunidad que hemos estado esperando. Nos dará con que construir en Oceanside." la venta se consumó y los compradores pagaron la suma de dos mil dólares en efectivo e hipotecaron el resto aunque debíamos dar a los nuevos dueños la posesión dentro de los primeros días siguientes. Con la asistencia de la señorita Ruth E. Beach de Portland, Oregon, y Rachel M. Cunningham de los Angeles comenzamos a empacar inmediatamente para trasladarnos a Oceanside. El Señor Heindel tenía que viajar a Oceanside mientras tanto y alquilar una casa donde pudiéramos vivir mientras se erigía una construcción.
La mañana del 27 de Octubre de 1911, estábamos listos para mudarnos; las dos mujeres fueron enviadas por tren a Oceanside y el Sr. y la Sra. Heindel viajaron en un pequeño automóvil Franklin que Max Heindel había comprado y reconstruido en $300 dólares, con parte del dinero de la venta de la propiedad. Los baúles del carro se llenó con máquinas de escribir y maletas y temprano a las cinco A.M. el Sr. y la Sra.
Heindel se hallaban listos para partir. Al llegar a Whittier , que se encontraba a 30 millas de Ocean Park, se desató una terrible tormenta. El carro era destapado y los dos viajeros tuvieron la fortuna de refugiarse debajo de una palmera de hojas grandes.
Después de que la tormenta menguó reiniciaron el viaje; era cerca del medio día, y se quedaron horrorizados al ver que el camino entre Whittier y Fullerton había sido recientemente surcado y no había ninguna desviación. Así que se vieron obligados a conducir con su pesada carga atravesando este empantanado terreno por la lluvia. Avanzaron varios Kilómetros con suma dificultad hasta que de repente Bedalia (así llamaba Max Heindel el carro) se rehusó a avanzar. Se plantó en lo absoluto y no quiso arrancar.
El resultado fue que la Sra. Heindel caminó cerca de dos kilómetros hasta la primera casa de una granja y contrató al granjero con su carro para que los remolcara hasta Fullerton. Ellos debían llegar a Oceanside ese mismo día, porque se había avisado ya que al día siguiente se removerían los terrenos para la Sede Central a las 12.40 P.M.
Que iban a hacer ellos si no podían tomar el siguiente tren que pasaba por Fullerton a las 2:45 P.M.? Bien, el pequeño auto fue enganchado al gran auto del granjero y así los dos viajeros fueron remolcados hasta Fullerton justo a tiempo para dejar el carro en un garaje y salir de prisa a tomar el tren que estaba a punto de partir. Se pueden imaginar lo que significaba este tumultuoso día para un hombre con una válvula insuficiente de su corazón? Luego de haberse sentado en el tren Max Heindel con su innato optimismo dijo mientras señalaba el hermoso doble arco iris por la ventana: " Mira, lo que el futuro nos depara a pesar de estos problemas."
Llegaron a Oceanside al anochecer y se alojaron en una pequeña residencia de cuatro habitaciones modestamente amoblada con catres, y el piso cubierto con esterillas. Los cuartos no habían sido ocupados por algún tiempo y por supuesto las pulgas y los ratones habían tomado posesión de el.El día siguiente fue el día en el cual se izaría la bandera de la Fraternidad. El tren llegó a las doce del mediodía trayendo cuatro de nuestros leales miembros: el Señor William Patterson de Seattle, Washington, George Cramer de Pittsburg, Pensylvania, John Adams y Rudolph Miller, miembros activos del Centro de Los Angeles; y la Sra. Anne R. Attwood de San Diego. Estos cinco sumados a nuestro grupo que era formado por La Sra. Ruth Beach y Rachel Cunningham y nosotros, en total nueve, nos dirigimos al árido terreno de frijoles en dos carros. Oceanside era un pequeño pueblo con 600 habitantes y viejos establos de caballos. Los automoviles eran poco comunes , así que el grupo llegó en carretas realizar la que más tarde fue reconocida como una de las más vitales ceremonias : Sacar la primera palada de tierra, erigir una cruz y plantar un arbusto de rosas en el lugar que se convirtió en el punto focal central de un gran trabajo.
Una Sede Central Mundial fue establecida la cual crecería y se expandiría por todo el mundo; Monte Eclessia vino a la vida en un campo de frijoles polvoriento y árido donde ni siquiera había un árbol ni una ramita verde a la vista. Una cruz negra con las tres letras CRC en sus tres brazos fue traída de Ocean Park junto con una pala con la cual se removería el primer terreno. El siguiente discurso fue pronunciado por Max Heindel a los nueve personas presentes en cuerpo físicoy a los tres Hermanos Mayores que se hallaban presentes en sus cuerpos vitales. (A continuación las palabras de Max Heindel).
"Cristo dijo, "Donde haya dos o tres reunidos en mi nombre, ahí estaré en medio de ellos" y como siempre que el hablaba algo esta es una expresión de la más profunda sabiduría divina. Descansasobre una ley de la naturaleza que es tan inmutable como Dios mismo. Cuando los pensamientos de dos o tres están centrados en un cierto objeto o ser, una poderosa forma de pensamiento se genera como expresión concreta de sus mentes, y es instantáneamente proyectada hacia el objetivo. Su efecto posterior dependerá de la afinidad entre el pensamiento y quienquiera que lo reciba, del mismo modo que la respuesta vibratoria a una nota emitida por un diapasón dependerá de que haya otro diapasón de idéntica naturaleza.
" Si se proyectan pensamientos de una naturaleza baja y egoísta, solo responderán personas de naturaleza baja y egoísta. Este tipo de oración jamás llegará a Cristo tan seguro como que el agua nopuede subir por una colina. Gravitará hacia demonios y elementales que de ninguna manera responderán a las nobles aspiraciones engendradas por quienes se congregan en el nombre de Cristo.
" Al reunirnos hoy en este sitio para remover el terreno para la Sede Central de una asociación Cristiana, podemos estar seguros de que así como la gravedad atrae una piedra hacia el centro de la tierra, el fervor denuestras aspiraciones unidas proveerá la atención del fundador de nuestra fe (Cristo) , quien así estará con nosotros. Y tan cierto como dos diapasones del mismo tono vibran en simpatía, igualmente la augusta Cabeza de la Orden Rosacruz (Christian Rosencreutz) se halla presente en esta ocasión al iniciarse el hogar de la Fraternidad Rosacruz. El Hermano Mayor que ha sido el inspirador de este movimiento se halla presente yvisible al menos para algunos de nosotros. Se hallan presentes en esta importante ocasión y directamente interesados en las obras 12, número perfecto. Es decir, hay tres líderes invisibles quienes están más allá delestado de la humanidad
ordinaria, y nueve miembros de la Fraternidad Rosacruz. Nueve es el número de Adán, o el hombre. De estos, cinco, impar, número masculino, son hombres, y cuatro, número par y femenino, son mujeres, mientras que el número de líderes invisibles, tres, representa adecuadamente la Divinidad sin sexo. el número de asistentes no fue convenido. La invitación a participar en ésta celebración fue extendida a muchos individuos, aunque solo 9 respondieron. y como nosotros no creemos en el azar, la asistencia debió haber sido regulada según el designio de nuestros líderes invisibles, y puede ser tomada como una expresión del poder espiritual detrás de éste movimiento, si una prueba adicional fuera necesaria además de la extraordinaria difusión de las enseñanzas Rosacruces, las cuales han llegado a cada país de la tierra enlos últimos años y provocado asentimiento, admiración, y amor en los corazones de todas las clases y condiciones de personas, particularmente entre los hombres.
"Nosotros enfatizamos este hecho notable, porque mientras todas las demás organizaciones religiosas se componen en su mayoría de mujeres, en la Fraternidad Rosacruz la mayoría de los miembros son hombres. Es significativo también que el número de nuestros miembros que son médicos sobrepasan a los de las demás profesiones, siendo los ministros los segundos. Esto demuestra que aquellos cuyo privilegio es cuidar aliviar al cuerpo enfermo están percatados del hecho de que las causas espirituales son las que generan la enfermedad, y que ellos buscan entender las cosas de modo que puedan prestar una ayuda más efectiva. Igualmente demuestra que aquellos cuyo oficio es ministrar el espíritu enfermo están esforzándose para que darle a las mentes inquisitivas una respuesta satisfactoria a los misterios de la vida, fortaleciendo así su vacilante fe y cementando sus lazos a la iglesia, en lugar de responder con edictos y dogmas
no soportados por la razón, que muchas veces abre las puertas al escepticismo y aleja la gente del cielo de la iglesia a la oscuridad del desespero materialista.
"Ha sido el bendito privilegio de la Fraternidad Rosacruz rescatar al sincero buscador, ansioso pero incapaz de creer algo contrario a la razón. Dada una razonable explicación de la armonía subyacente entre los dogmas y doctrinas propuestas por la iglesia y las leyes de la naturaleza, tales personas han regresado a sus iglesias regocijándose en fraternidad allí y siendo mejores miembros que antes de salir de allí.
"Cualquier movimiento que haya de perdurar debe poseer tres cualidades divinas:
Sabiduría, Belleza y Fortaleza. La Ciencia, el Arte y la Religión poseen cada una uno de estos atributos. Es el propósito de la Fraternidad Rosacruz unir y armonizar estos aspectos enseñando una religión que es científica y artística y reuniendo todas las iglesias en una gran Hermandad Cristiana.
Ahora, el reloj del destino señala precisamente un momento propicio para comenzar las actividades de construcción y erigir un centro desde el cual las enseñanzas rosacruces puedan irradiar su benéfica influencia para promover el bienestar de todos los que se hallan enfermos físicamente, mentalmente o moralmente.
"Por consiguiente, ahora sacamos una palada de tierra del punto central de la edificación con una plegaria para que la
Sabiduría guíe esta gran escuela por el sendero correcto. Sacamos una segundapalada suplicando al Maestro Artista que la facultad de presentar la Belleza de la vida superior resulte atractiva para la humanidad.
Sacamos una tercera y última palada en relación con estos ejercicios y elevamos una petición para que la
Fortaleza paciente y diligentemente continúe el buen trabajo de modo que perdure y se vuelva una factor mayor para el desarrollo que el de sus predecesores.
"Habiendo removido el terreno para el lugar de la edificación, procederemos ahora a sembrar el maravilloso símbolo de la vida y del ser, el emblema de la Escuela de Misterios Occidentales. Estáformado por la cruz, que representa la materia, y la rosa que sube y se enrosca a su alrededor, representando la verde y evolucionante vida que escala a mayores y más grandes alturas por su crucifixión.
Cada uno de los nueve miembros tomaremos parte en la excavación para este , primero y más grande ornamento para Monte Ecclesia.Lo plantaremos en tal posición que los brazos apunten al este y al oeste, mientras el meridiano solar se proyecta hacia el norte. Por consiguiente, estará en línea con las corrientes espirituales que vitalizan las formas de los cuatro reinos de la vida: mineral, vegetal, animal y humana.
"Sobre los brazos y el madero superior de esta cruz notarán tres letras doradas, "C.R.C.", las iniciales de nuestra augusta Cabeza, Christian Rosenkreuz, o
Christian Rosa-Cruz. El simbolismo de esta cruz está parcialmente explicado en nuestra literatura, aunque se necesitarían volúmenes enteros para brindar una completa explicación. Miremos un poco más el significado de esta maravillosa lección encerrada en este objeto.
"Cuando vivíamos en la
atmósfera cargada de agua y densa de Atlantis, nos encontrábamos bajo leyes enteramente diferentes a las de ahora. Cuando nos deshacíamos del cuerpo no nos dábamos cuentaporque nuestra consciencia se hallaba enfocada más en el mundo espiritual que en las condiciones densas de la materia. Nuestra vida era una existencia ininterrumpida; no sentíamos ni el nacer ni el morir.
"
Al emerger a las aéreas condiciones de Ariana, el mundo de hoy, nuestra consciencia del mundo espiritual se debilitó y la forma se hizo más prominente. Entonces , una existencia dual tuvo lugar,siendo cada fase diferenciada de la otra por los eventos del nacer y morir. Una de estas fases es como espíritu libre el los mundos celestes; la otra fase es de aprisionamiento en un cuerpo terrestre, lo cual es virtualmente la muerte para el espíritu, como simbolizaba el mito Griego de Castor y Pollux, los gemelos celestiales.
"En varias partes de la literatura se ha elucidado como el espíritu libre quedó empotrado en la materia por medio de las maquinaciones de los espíritus Lucifer, a quienes Cristo se refirió como falsas luces. Esto ocurría en la
Lemuria fogosa. Por esto, a Lucifer se le puede llamar el Genio de la Lemuria.
" EL efecto completo de esta falsa guía no se hizo del todo aparente hasta la
Era de Noé que va desde la última parte de la Atlántida hasta la actual época Aria. El arco iris, que no podría existir bajo las condiciones atmosféricas anteriores, permaneció estampado sobre la nube como un pergamino místico cuando la humanidad entró en la Era de Noé , en la que los ciclos alternos producen la marea alta y baja, el verano y el invierno, el nacimiento y la muerte. Durante esta época el espíritu no puede escapar permanentemente del cuerpo de muerte generado por la satánica pasión inculcada por Lucifer. Sus repetidos intentos para escaparse a su morada celeste son frustrados por la ley de la periodicidad, porque cuando se ha liberado de un cuerpo por la muerte, vuelve a través del renacimiento y el ciclo se repite.
"Al engaño y la ilusión no se les puede permitir que duren para siempre, y por eso el
Redentor vino a limpiar la sangre llena de pasión, a predicar la verdad que nos liberará de este cuerpo de muerte, a inaugurar la inmaculada concepción crudamente extendida en la ciencia de la eugenesia, a profetizar una nueva era, n nuevo cielo, una nueva tierra, de la cual El, la verdadera Luz , será el Líder, una época en la que morará la rectitud y el amor que todo el mundo anda buscando.
"Todo esto y el camino del logro están simbolizados en la cruz de rosa s que tenemos ante nosotros. La rosa, en la cual la sustancia de la vida duerme en el invierno y se activa en el verano, ilustra perfectamente el efecto de los ciclos alternos. El color de la flor, su órgano generador, representa nuestra sangre, aunque la savia que la recorre es pura y la semilla es generada de manera inmaculada y sin pasión.
" Cuando llegamos a la pureza de la vida ahí representada, nos liberaremos de la cruz de la materia, y llegarán las condiciones etereas del milenio. El objetivo de la Fraternidad Rosacruz es apresurar ese glorioso día en el que la tristeza, el dolor, el pecado, y la muerte habrán pasado, y nos habremos redimido de las ilusiones fascinadoras de la materia y despertado a la suprema verdad de la realidad del Espíritu. Que Dios nos permita agilizar y tener éxito en nuestros esfuerzos."
El clima era ideal como es usual en el Sur de California, y luego de los servicios los cinco hombres y las cuatro mujeres regresaron a la pequeña casita en Oceanside que había sido el hogar del Sr. y la Sra. Heindel con las dos señoras que les ayudaban mientras se erigía el primer edificio. Se preparó un almuerzo sencillo y los visitantes retornaron a sus hogares dejando a las cuatro cansados pero llenos de esperanza listos a tomar un descanso en la noche, y a batallar con las pulgas y los ratones.
A la mañana siguiente, brillante y muy temprano, Max Heindel reunió a sus carpinteros e hizo que el hombre del establo le llevara a los terrenos, a una milla y medía de distancia, donde la construcción iba a comenzarse. Al día siguiente apareció el primer miembro de la Fraternidad ofreciendo ayuda en la construcción. Rollo Smith, quien había estado en la lista de pacientes durante algunos meses debido a afecciones pulmonares, ahora se ofrecía a cooperar con la obra de construcción y se alquiló un cuarto para él en la vecindad. Max Heindel y Rollo Smith estuvieron muy ocupados todo el día en los terrenos de la Sede Central mientras que las tres mujeres trabajan en la casita atareadas atendiendo las muchas cartas y pedidos de libros.
Para sumarse a las ya pesadas cargas de esa época, llegaron los conocimientos de embarque de Ocean Park de la primera edición de
Los Misterios Rosacruces, y la segunda edición del Concepto Rosacruz del Cosmos; Estos libros habían llegado primero a Los Angeles y de allí transferidos a Ocean Park y debían ser devueltos a Los Angeles para transferirlos a Oceanside. Los libros se habían demorado en llegar y habían pedidos de libros de hacia tres meses; la Sra. Heindel tenía que resolver el asunto de como manipular cuatro mil libros empastados en una casa de cuatro cuartos ocupada por cuatro personas.
Cuando estas pesadas cajas de libros llegaron fueron almacenadas en un cobertizo ubicado a una cuadra de ahí al cual se podía llegar por una callejuela conectada con la casa. De modo que las mujeres abrían las cajas y traían los libros tan pronto como podían para empacarlos para el correo. Luego de envolver una gran cantidad de libros era indispensable llevarlos hasta la oficina de correos en un vagón expreso, uno de esos viejos vagones con un asiento elevado y un caballo viejo arrastrándolo.
Los lotes de envío eran cargados en un día y la Sra. Heindel tenía que ir con el anciano (el conductor) hasta la oficina de correo, sentada a su lado. Luego de que todos los paquetes eran descargados en la oficina del Tren Expreso Santafé, el pobre oficinista, quien nunca antes había manejado tal cantidad de paquetes, se hallaba tan confundido y excitado que la Sra. Heindel se vio obligada a hacer su trabajo registrando los paquetes en el Libro del Expreso por temor a que fueran mal transportados.
Estos libros constituían un medio para interesar a los ciudadanos de Oceanside en relación con el trabajo que se iba a hacer en su ciudad. Hasta ese momento nadie tenía ni la menor idea del tipo de trabajo que se iba a iniciar, pero al comenzar la Oficina Postal y la Oficina de Expresos a ser inundadas con el correo entrante y saliente entonces los curiosos tenían que investigar, porque los extranjeros en Oceanside no eran muchos y además no eran bienvenidos. El pueblo se había desarrollado a partir de unas pocas familias quienes se casaban entre ellos y cuando llegaba alguien que no tenía conexión con ellos, simplemente no era bienvenido.
Este espíritu lo expresaron un día que un forastero le hizo el comentario a uno de los socios de una de las principales casas de negocios, " Bien, no es bueno que vengan extranjeros y se establezcan?" el comerciante replicó: " Oh , no; no queremos extraños entre nosotros; era tan bonito cuando todos nos conocíamos, nos hacía sentir como una gran familia." De modo que este fue el pueblo en el cual Max y Augusta se hallaban, como inoportunos e intrusos.
Las tres señoras siguieron con el trabajo en Oceanside mientras que Max Heindel (quien ahora tenía a Bedalia nuevamente funcionando) y Rollo Smith, con su almuerzo empacado en una bolsa se dirigían hacia el árido camino de fríjoles donde iban a construir
Max Heindel, vestido con un chaleco de corduroy barato que le había costado diez dólares, trabajaba con los carpinteros, como uno de ellos. Era una fortuna que en esa época su corazón no le ponía mucho problema, y era también un momento en el que su gran energía y ambición sacaban lo mejor de sí y le permitían trabajar más de la cuenta. Estaba tan lleno de alegría y de ambición, que trabajaba con los carpinteros, pintores, y excavadores ocho horas diarias, y por la noche regresaba hambriento y cansado pero lleno de felicidad.
Una maravillosa parte de la naturaleza de Max Heindel era que siempre irradiaba felicidad y buen carácter; sin importar que tan cansado estuviera cantaba con su maravillosa voz musical.
El primer edificio estuvo listo en veintiocho días y los cinco trabajadores pudieron mudarse allí. La mayoría de los muebles fueron hechos por Rollo Smith. El hizo las mesas y los escritorios para la oficina y el comedor; incluso las mesas de los cuartos de Max y Augusta Heindel fueron hechos de tablas de pino. Pasó casi un año antes de que sus finanzas les permitieran comprar muebles aunque la mayoría de los muebles viejos se conservaron por varios años. Estos cinco trabajadores estaban felices de que era posible para ellos pasarse a esta parcialmente terminada pero limpia casa, libre de pulgas y ratones.
Un día antes de Acción de Gracias (1911) ( o el "primer día de Acción de Gracias") , la madera estaba aun sin pintar y solo habían ventanas en los cuartos donde dormían los trabajadores; el resto de la construcción todavía estaba abierta, sin puertas y sin ventanas. La brillante luz de la luna brillaba en los cuartos sin cortinas, y las noches de luna eran acompañadas por serenatas de coyotes; a veces, hasta quince o veinte coyotes le aullaban a la luna. Estos eran pequeñas especies de lobos de la Norte América occidental; muy rara vez atacaban a los seres humanos pero eran muy destructores de los pequeños animales domésticos.
A partir de ahí los líderes de la Fraternidad Rosacruz debían comenzar su real construcción (o espiritual), y al igual que al hacer los fundamentos de un edificio, excavar profundamente pasando las penalidades de los verdaderos pioneros. La casa que ellos tenían que ocupar estaba parcialmente terminada debido a que Mr. Smith solo pudo quedarse lo suficiente para hacer parte del actual acabado. Cuando las ventanas y las puertas estaban todas en madera cruda de pino para la oficina, la cocina y el comedor, se vio obligado a partir. El deber de estar al lado de su esposa enferma le obligó a regresar a Los Angeles.
Se había construido un cuarto espacioso que se usaba como oficina, y en la parte oriental del edificio se estableció una especie de apartamento de dos cuartos con un gran closet entre los dos para guardar vestidos y ropa blanca. Se hicieron camas de estilo rebatible que se podrían ocultar usando resortes y montándolas en postigos de cuatro pulgadas a las cuales se sujetaban los rodillos. Estas camas bajas podían entonces ser guardadas debajo del gran closet desde los dos lados.
Por la noche, estos cuartos eran usados por El Sr. y La Sra. Heindel para dormir, y durante el día servían de salas y de estudio donde recibían visitas y elaboraban gran parte de sus escritos.
Había un baño conectado con el cuarto del Sr. Heindel, con acceso desde el comedor a través de una puerta. Pero en este lugar alejado no había ni gas ni electricidad, y el agua debía calentarse utilizando un horno de gasolina y llevada desde la cocina pasando por el comedor al baño toda vez que uno de los residentes de esta recién erigida Sede central deseara tomar un baño.
Esta parte central de este largo edificio era ocupada por un comedor y cocina y el piso superior se hallaba dividido en cinco cuartos sin acabar cada uno con su cama, un lavabo casero y un vestidor sencillo. El mobiliario de la oficina, que había sido hecho de pino por Mr. Smith recibió un tinte pardo del tinte que sobró al pintar el exterior del edificio.Este edificio fue ocupado el día anterior al de Acción de Gracias. Los dos ayudantes, La Sra. Ruth Beach y Raquel Cunningham, salieron en la mañana de Acción de Gracias a reunirse con sus amigos y parientes para la cena de Acción de Gracias en tanto que el Sr. y la Sra.
Heindel se quedaron a comer una sopa de vegetales, porque en esa época el alimento escaseaba. Esto era debido a que el auto Bedalia nuevamente había sido llevado a reparación, y el tendero rehusó despachar las mercancías tan lejos tierra adentro; por esto nosotros estábamos grandemente restringidos en nuestras opciones de comida.
El día de Acción de Gracias fue invertido por estas dos energéticas personas pintando la madera y arreglando la oficina de modo que el trabajo real pudiera comenzar el lunes en la mañana cuando regresaran las dos ayudantes.

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